jueves, 17 de febrero de 2011

Winter's Bone

Estados Unidos (2010)
Dirigida por Debra Granik
Escrita por Debra Granik y Anne Rosellini, basada en la novela de Daniel Woodrell.
Jennifer Lawrence, John Hawkes, Lauren Sweetser, Kevin Breznahan, Isaiah Stone, Ashlee Thompson, Shelley Waggener, Garret Dillahunt.
El invierno del cine "indie"
Se confirma todo un sub-género dentro del cine “indie” norteamericano, una veta con claves nítidamente definidas. Retrata una América rural y deprimida, unos paisajes sucios, planos, siempre invernales, un contexto social primitivo y salvaje, alejado radicalmente de la idea opulenta que se puede tener de los Estados Unidos. Y en ese medio tan hostil, emerge un héroe (heroína, normalmente), un personaje que, de un modo sordo que jamás será premiado, combate ese contexto social desolador persiguiendo una idea de decencia y de justicia que se circunscribe a lo personal (lucha por sus propios problemas), pero que trasciende más allá y termina por contagiar al grupo.

Formalmente este sub-género, practica una especie de "realismo frío" (así lo denomino yo), un realismo cortante y sin concesiones, que no busca especialmente incomodar, pero que no tendrá ningún reparo en hacerlo si hace falta. Cualquier imagen puede aparecer, los hechos más impensables pueden acontecer en medio de este crudo invierno. Quizá, como película inspiradora de este sub-género, pueda señalarse con honores a "Fargo", una obra sin duda trascendental y de cuya frialdad han tomado nota infinidad de películas posteriores.

"Winter's Bone" sigue a rajatabla este modelo de cine, el cual goza de un alto prestigio, heredado posiblemente de la imperecedera "Fargo". Un cine social serio y consternado que pretende denunciar que no todo reluce en América. Un cine serio que parece que hay que tomarse en serio. Y así ocurre, pues los ejemplares de este sub-género suelen empacharse de premios en los festivales del ramo, como Sundance. Este festival de cine independiente, antaño verdadera cantera de talento, se ha quedado un poco enquistado en el rollito "indie" y sus variantes, aquello que en su día les dio fama mundial y les situó como un festival puntero en el nuevo cine del siglo XXI, quizá deba empezar a evolucionar. El cine es hoy más amplio, ha crecido en estos 10 años y ya está mucho más allá de lo que Sundance premió el año pasado al señalar "Winter's bone" como mejor película.
Es ésta una película decente, transparente en sus formas y su propósito. Sin embargo, por un lado, ya no aporta nada nuevo, y por otro, narrativamente, dista de ser brillante, con lo que tampoco es capaz de elevar la tensión y la emoción a niveles de altura. Inicialmente la película se hace repetitiva, por la sencilla razón de que pone pocos elementos en juego. Hace falta que pasen 30 minutos para que gane dimensiones. Es muy peligroso este juego, pues puede desenganchar a un sector importante de espectadores. Se trata de una arriesgada apuesta por el realismo. Como los diálogos, de los cuales podría decirse sin conocimiento de causa que son especialmente flojos, cuando en verdad pretenden ser de un realismo exagerado, tan malos como malo es lo que se dice la gente primitiva y salvaje del lugar. Esta película juega al límite en este aspecto. La realidad a veces es muy aburrida, y poner eso en una película puede ser peligroso.

"Winter's bone" avanza luego decentemente. Gana solidez cuando sus personajes van ganando cuerpo ante nuestros ojos y cuando sus códigos nos quedan claros. Especialmente acertado el papel de tío Teardrop, y muy bueno el trabajo sobre un personaje ausente, el padre de la protagonista. Poco a poco, se perfila lo que es importante, lo que puede llegar a emocionar al espectador. Aun así, es siempre una película que parece deberse más al genero al que pertenece y a sus claves, que a sus propios personajes, lo cual le quita alma.

La película se va redondeando, y se queda en un film muy correcto, bastante atractivo, y nada novedoso. Es una película que llega tarde, que ya estaba hecha ("Frozen River", por ejemplo, es mucho mejor). Que cuenta una buena historia, a veces mejor y otras peor. Que tiene su momento espeluznante, y un final, como es habitual en lo “indie” (mucho ruido y pocas nueces), nada radical. Una película que plantea algunas preguntas de cara a un futuro bastante inmediato.

¿Cuánto más dará de sí este “realismo frío”, si no evoluciona? ¿Cuánto más podremos seguir confiando en el palmarés del festival de Sundance? ¿Qué carrera le queda a lo “indie”, tal como hoy lo conocemos?

Puede que “Winter’s Bone” tenga al fin y al cabo una utilidad, convertirse en un punto de inflexión para Sundance y para todo lo que representa.

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